📖 Un cuento para edades de 3 a 6 años.
⏳ Tiempo de lectura: 4 minutos.
📝 Caperucita Roja es engañada por un lobo en su camino para visitar a su abuelita.
Hace muchos, muchos años, en una pequeña aldea, vivía una niña a la que todos llamaban Caperucita Roja 🌹. Su abuela le había cosido una capa de un rojo tan bonito que, desde el primer momento que se la puso, a Caperucita le gustó tanto que no se la quitaba jamás.
Un día, su madre le dijo:
—Caperucita, ve a ver cómo sigue tu abuela, que está malita. Llévale esta cesta con sopa, bizcocho y fruta fresca, y no te entretengas por el camino, ¿de acuerdo?
Caperucita Roja asintió con entusiasmo y se despidió de su madre. Tomó la cesta y se adentró en el bosque, donde el sol se filtraba entre los árboles y los pajarillos cantaban 🎶.
Al poco de andar, se encontró con un lobo 🐺, que le llamó la atención por su pelaje brillante y sus ojos astutos. El lobo, que había estado observándola desde lejos, sonrió y se acercó.
—Buenos días, Caperucita Roja —dijo el lobo, intentando sonar amable.
—¡Buenos días, señor lobo! —respondió ella, sin sospechar nada.
—¿A dónde vas tan contenta con esa cesta? —preguntó el lobo, inclinando su cabeza como si realmente estuviera interesado.
—Voy a ver a mi abuelita, que está malita, y le llevo sopa, bizcocho y fruta fresca —le contó Caperucita, confiada, sin imaginar las intenciones del lobo.
El lobo pensó rápidamente en cómo aprovecharse de la situación y, como le encantaba engañar, ideó una trampa.
—¡Qué buena nieta eres! —dijo con voz amable—. Pero, ¿no te parece que a tu abuela le gustaría un ramo de flores silvestres? Le alegrarías el día con ellas. Si quieres, puedo llevar la cesta por ti para que tengas las manos libres y las recojas cómodamente.
A Caperucita le pareció una idea fantástica, así que le dio la cesta al lobo y se entretuvo recogiendo flores coloridas y perfumadas 🌸.
Mientras tanto, el lobo corrió hasta la casa de la abuela. Llamó a la puerta y, cuando la abuela preguntó quién era, el lobo, imitando la voz de Caperucita, respondió:
—¡Soy yo, abuelita, Caperucita Roja! Te traigo sopa, bizcocho y fruta fresca.
La abuela, al abrir la puerta y ver al lobo, intentó escapar, pero él fue más rápido y la encerró en un armario antes de que pudiera pedir ayuda. Después, se puso el camisón y el gorro de dormir de la abuela, corrió las cortinas de la habitación y se metió en la cama, esperando a Caperucita.
Poco después, Caperucita llegó a la casa de la abuela con su ramo de flores y llamó a la puerta.
—Pasa, hijita —dijo el lobo, intentando sonar como la abuela.
Caperucita entró y, al ver a su "abuela" en la penumbra, se le acercó para darle las flores. Fue entonces cuando notó algo extraño.
—Abuelita, ¡qué brazos tan grandes tienes!
—Es para abrazarte mejor, querida.
—Abuelita, ¡qué orejas tan grandes tienes!
—Es para oírte mejor, hijita.
—Abuelita, ¡qué dientes tan grandes tienes!
—¡Es para comerte mejor!
Justo en ese momento, desde el armario, la abuela empezó a aporrear la puerta y a gritar pidiendo ayuda. Caperucita, asustada, empezó a chillar también. Unos leñadores que pasaban cerca escucharon los gritos y corrieron hacia la casa 🪓. Llegaron justo a tiempo para ahuyentar al lobo, salvar a Caperucita y abrir el armario para liberar a la abuela.
Desde entonces, Caperucita aprendió que, aunque está bien ser amable, es importante no dar información a desconocidos. 🌹
Caperucita Roja es un cuento popular europeo que data del siglo XVII. Se atribuye su versión más conocida a Charles Perrault, aunque posteriormente los hermanos Grimm la adaptaron. En la versión original de Perrault, el relato es más oscuro y no tiene un final feliz, reflejando las advertencias sociales de la época. La versión de los Grimm, sin embargo, incorpora elementos heroicos y un desenlace más optimista, conectando mejor con el público infantil. El cuento aborda valores como la prudencia y la obediencia en un contexto de peligros reales, representados metafóricamente por el lobo.
Caperucita Roja es una niña confiada y amable que, al llevar comida a su abuelita enferma, se encuentra con un lobo astuto. Engañada por él, pone a su abuela en peligro, pero finalmente recibe ayuda y aprende una importante lección sobre no confiar en extraños.
Este cuento ayuda a los niños pequeños a entender la importancia de seguir las indicaciones de los adultos y no confiar en desconocidos, algo crucial en sus primeras interacciones sociales. También les permite explorar, en un entorno seguro, emociones como el miedo y el alivio, además de comprender cómo sus acciones pueden afectar a otros.
Los niños pueden identificarse con Caperucita porque todos, en algún momento, sienten curiosidad y ganas de explorar el mundo por su cuenta. También pueden relacionar el cuidado de la abuela con sus propias experiencias familiares, fomentando el amor y el respeto hacia los mayores.
El cuento enseña a los niños la importancia de ser precavidos sin limitar su amabilidad y curiosidad. Como padres, es fundamental reforzar la idea de que la prudencia no está reñida con la bondad. Aprovecha este cuento para hablar con tus hijos sobre cómo actuar en situaciones similares y establecer normas claras sobre la seguridad.
“Es bueno ser amable, pero también es importante no confiar en desconocidos.”
