🪐 Horizontes Lejanos: La travesía hacia Veridia-7

📖 Un cuento para edades de 10 a 14 años.

⏳ Tiempo de lectura: 10 minutos.

📝 Aura y su madre inician un viaje intergaláctico hacia un nuevo hogar lleno de desafíos y misterios.

Aura observaba por la ventana de su habitación, con el corazón apretado. El sol se escondía lentamente detrás de los edificios altos de la ciudad, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y morados, pero en su mente solo había oscuridad. Aquel atardecer sería el último que vería desde la ventana de su casa en la Tierra. Mañana, su madre y ella partirían hacia la primera parada de un destino a millones de años luz de distancia.

Se había hablado mucho sobre Veridia-7, el planeta que los científicos aseguraban que sería el nuevo hogar de la humanidad. Los informes eran alentadores: aire respirable, agua abundante y una flora que podría convertirse en la base de su alimentación. Pero todo eso no le importaba ahora a Aura. Lo que realmente sentía era una mezcla de tristeza y miedo. 😟

—Todo va a salir bien, ¿sabes? —la voz de Mara resonó desde la puerta. Mara, una de las ingenieras biomecánicas más destacadas del mundo, siempre estaba segura de todo. Ella había ayudado a desarrollar las mejoras físicas que les permitirían adaptarse mejor al nuevo planeta. Sin embargo, en ese momento, no parecía tan firme. Nim, su mascota híbrida, descansaba en sus brazos, ronroneando suavemente mientras su cola escamosa se enroscaba alrededor de sus manos.

Aura giró la cabeza lentamente y la miró, tragándose las palabras que querían escapar. "¿Y si no quiero ir? ¿Y si no me veo capaz de dejar atrás a mis amigos?" Pero sabía que esa no era una opción. Había sido preparada para esto desde que tenía memoria. Viajar al espacio, ser parte de la primera colonia humana en un nuevo planeta... era su destino, aunque no lo hubiera elegido.

—Nim también está triste, ¿no? —preguntó Aura, acariciando la cabeza del pequeño ser que compartía rasgos felinos y lagartianos, una combinación que, a pesar de todo, le traía consuelo. 🐱🦎

—Nim estará bien, igual que nosotras —respondió Mara con una sonrisa cálida—. Este es el comienzo de algo grande, Aura. Vamos a formar parte de la historia. Además, sé que harás nuevos amigos, siempre lo haces.

Pero Aura no estaba tan convencida. Mientras hacían las maletas para dejar su hogar por última vez, no podía dejar de pensar en lo que dejaba atrás: sus amistades, su colegio y la Tierra, el único lugar que había conocido. La base espacial, donde pasarían sus últimos días en el planeta, estaría llena de otros colonos, todos emocionados y nerviosos, pero ella se sentiría más sola que nunca. 😔

Cuando finalmente llegaron a la base, la majestuosidad de las naves les quitó el aliento. Aquellas enormes estructuras metálicas serían lanzadas al espacio y serían su hogar durante los próximos tres años, mientras se preparaban para descender en Veridia-7. No había vuelta atrás.

—Mamá, ¿y si algo sale mal? —preguntó Aura, sintiendo que por fin podía expresar el miedo que había estado intentando ocultar.

Mara se arrodilló a su lado, mirándola directamente a los ojos.

—Estamos más preparadas que nunca. No vamos solas, Aura. Y tú, con tu talento y capacidades, serás clave en esta misión, ¿lo sabes, verdad?

Aura asintió, pero no estaba segura de creerlo. Solo quería que todo fuera como antes, pero sabía que el futuro no les dejaba otra opción que seguir adelante. Con un suspiro, siguió a su madre hacia la nave, mientras Nim saltaba sobre su hombro, enrollando la cola alrededor de su brazo. Aunque estaba triste y asustada, una pequeña parte de ella comenzaba a sentir una chispa de curiosidad por lo que les esperaba allá afuera.

Aura pasó los tres días siguientes recibiendo formación sobre el manejo de las mejoras implantadas en su cuerpo. Con una pantalla holográfica que ocupaba todo el centro de la habitación que les habían asignado, trabajaba en controlar sus nuevas habilidades. Su madre estaba fuera prácticamente todo el día; se juntaban solo a la hora de la cena. Mara, como una de las oficiales de más alto rango, tenía muchos detalles que preparar antes de la partida.

Finalmente, el día llegó. Se dirigieron a las lanzaderas que serían su hogar durante los próximos tres años. El ascenso le recordó a la última vez que fue al parque de atracciones con sus amigos 🎢, y sintió una punzada de nostalgia profunda por lo que dejaba atrás, lo que le hizo soltar algunas lágrimas silenciosas.

El interior de la nave era inmenso y brillante, con largos pasillos curvados y paredes metálicas que reflejaban las luces azules. En la sala común, varios niños y niñas de su edad ya se agrupaban en pequeños círculos, algunos con sus mascotas también. Las voces resonaban por el espacio, llenas de emoción, pero Aura no se sentía lista para unirse. Su madre la dejó en su compartimento y se fue a la sala de oficiales, donde debía trabajar en las preparaciones de la nave y coordinar los sistemas de hibernación que serían clave en el viaje.

Cuando Aura se animó a salir, se acercó a uno de los salones de ocio y se sentó apartada de la gente, observando maravillada todos los detalles de la nave.

—Hola, ¿puedo sentarme aquí? —preguntó una niña, interrumpiendo los pensamientos de Aura. Tenía el pelo corto y ojos verdes brillantes. Aura asintió lentamente.

—Me llamo Zoe, ¿y tú?

—Aura —respondió ella, intentando sonreír.

Zoe no parecía ni asustada ni triste. Al contrario, hablaba con entusiasmo sobre lo emocionante que era dejar la Tierra y comenzar una nueva vida en un planeta diferente.

—Veridia-7 será increíble. ¿Sabías que tiene lunas que nunca se ponen? Siempre habrá luz en alguna parte. Y dicen que el agua es tan cristalina que puedes ver kilómetros a través de ella.

Aura se sorprendió de la pasión con la que Zoe hablaba del nuevo hogar. Quizás, pensó, no sería tan malo después de todo. Al menos ya había hecho un primer contacto. Zoe siguió hablando de las maravillas de Veridia-7, de cómo su familia tenía grandes planes para establecer una nueva red de comunicaciones en el planeta y lo importante que sería ese trabajo.

Los días en la nave pasaban lentamente al principio. Aura empezó a involucrarse más en las actividades grupales, y poco a poco fue formando un pequeño grupo de amistades. Zoe, que se había convertido en su amiga más cercana, siempre tenía alguna historia nueva que contar sobre Veridia-7 o sobre los proyectos en los que sus padres estaban trabajando.

Un día, mientras practicaban en el simulador de gravedad baja, la nave experimentó una fuerte sacudida. El suelo se inclinó de golpe y las luces titilaron antes de apagarse por completo. Durante unos segundos, el silencio fue absoluto, hasta que las alarmas empezaron a sonar.

“¡Código rojo!” —se oyó la voz de uno de los pilotos a través de los altavoces—. “Por favor, todas las unidades, prepárense para una emergencia.”

Aura sintió su corazón acelerarse. Sabía que algo así podía suceder, pero no estaba preparada para el miedo que le invadió en ese momento. Zoe le agarró la mano, y juntas corrieron hacia las cápsulas de seguridad.

El problema parecía estar en uno de los sistemas de navegación de la nave, que había fallado y desviado su curso hacia un campo de asteroides. La situación se complicaba, ya que los escudos de la nave no podían activarse en ese momento. Los ingenieros trabajaban frenéticamente para solucionarlo, pero el tiempo corría en su contra.

Aura recordaba las lecciones que había recibido sobre cómo reaccionar en situaciones de emergencia, pero estar en medio de una era completamente diferente. Los niños fueron llevados a una sala de seguridad mientras los adultos intentaban manejar la situación. Sabía que muy probablemente a su madre le habría tocado salir al exterior, y estaba realmente asustada por no volver a verla.

Después de varias horas de tensión, se escuchó el anuncio que todos esperaban.

“Problema solucionado. La nave ha retomado su curso. Por favor, sigan con sus actividades normalmente.”

Aunque todo había vuelto a la normalidad, algo había cambiado en Aura. Esa experiencia la había hecho consciente de que, por mucho que se prepararan, siempre habría imprevistos. Y lo importante no era evitarlos, sino saber enfrentarlos.

La nave se había convertido en su nuevo hogar, y sus nuevos amigos en su nueva familia. Aura había ganado más confianza y se había dado cuenta del valor de su madre. Estaba dispuesta a trabajar duro para estar a la altura de ella. Eran un grupo de personas escogidas para una gran aventura. Juntos, se preparaban para el desafío más grande de todos: conquistar Veridia-7. 🚀🌍