📖 Un cuento para edades de 3 a 7 años.
⏳ Tiempo de lectura: 5 minutos.
📝 Ricitos de Oro explora la casa de los tres osos, ¡y descubre sorpresas en cada rincón!
Había una vez, en lo más profundo del bosque, una acogedora casita donde vivían tres osos: Papá Oso 🐻, que era grande y fuerte; Mamá Osa 🐻, que era amable y cariñosa; y el pequeño Osito 🐻, que era travieso y juguetón.
Una mañana, los tres osos prepararon su desayuno favorito: ¡sopa de avena calentita! 🥣 Pero estaba tan caliente que no podían comerla todavía.
—Está demasiado caliente —dijo Papá Oso.
—Sí, mejor damos un paseo mientras se enfría —sugirió Mamá Osa.
—¡Sí, sí! ¡Vamos! —exclamó Osito, saltando de alegría. 😊
Así que salieron a dar un paseo por el bosque, disfrutando del aire fresco 🌳 y del canto de los pájaros. 🎶
No muy lejos de allí, una niña llamada Ricitos de Oro 👱♀️ caminaba entre los árboles. Su cabello dorado brillaba bajo el sol ☀️, y su curiosidad era tan grande como sus rizos. De repente, vio una casita que nunca antes había visto.
—¿Quién vivirá aquí? —se preguntó.
La puerta estaba entreabierta, y aunque sabía que no debía entrar sin permiso, la tentación fue demasiado fuerte. Entró silenciosamente y se encontró con una mesa puesta con tres tazones de sopa. 🥣🥣🥣
—¡Qué delicioso huele! —dijo, sintiendo cómo su estómago gruñía de hambre. 🍽️
Se acercó al primer tazón, que era grande.
—Probaré un poquito —susurró.
Tomó una cucharada y exclamó:
—¡Uy, esta sopa está demasiado caliente! 🌡️🔥
Luego probó el segundo tazón, que era mediano.
—Mmm... pero esta sopa está demasiado fría. 🥶
Finalmente, probó el tercer tazón, que era pequeño.
—¡Esta sopa está perfecta! 😋 —dijo sonriente, y se la comió toda hasta la última gota.
Después de saciar su hambre, Ricitos de Oro vio tres sillas junto a la chimenea. 🔥 Decidió sentarse un momento.
Primero se sentó en la silla grande.
—¡Oh, esta silla es demasiado alta! —se quejó.
Luego probó la silla mediana.
—Esta es demasiado ancha —dijo, hundiéndose en el asiento.
Finalmente, se sentó en la silla pequeña.
—¡Esta silla es perfecta! 😊 —exclamó contenta.
Pero apenas lo dijo, ¡crack! 😱, la silla se rompió en pedazos.
—¡Ay, no! —exclamó Ricitos de Oro—. ¡Qué desastre!
Un poco cansada después de tantas emociones, decidió subir las escaleras y explorar un poco más. Encontró un dormitorio con tres camas. 🛏️🛏️🛏️
Se acostó en la cama grande.
—Esta cama es demasiado dura —dijo, dando vueltas incómoda.
Luego probó la cama mediana.
—Esta cama es demasiado blanda —suspiró, hundiéndose entre las almohadas.
Finalmente, se acostó en la cama pequeña.
—¡Esta cama es perfecta! 😴 —dijo, cerrando los ojos.
Y en pocos minutos, se quedó profundamente dormida. 💤
Mientras tanto, los tres osos regresaron de su paseo con apetito renovado.
Al entrar en la casa, Papá Oso notó algo extraño.
—¡Alguien ha probado mi sopa! 😠 —dijo, viendo la cuchara en su tazón.
Mamá Osa miró el suyo y exclamó:
—¡Alguien ha probado mi sopa también! 😮
Entonces, Osito miró su tazón y, con ojos llorosos, dijo:
—¡Alguien se ha comido toda mi sopa! 😢
Sorprendidos, se dirigieron a la sala.
—¡Alguien se ha sentado en mi silla! 😠 —dijo Papá Oso, viendo su cojín movido.
—¡Alguien se ha sentado en mi silla también! 😮 —dijo Mamá Osa, arreglando el respaldo.
—¡Alguien se ha sentado en mi silla y la ha roto! 😭 —lloró Osito, mostrando los pedazos en el suelo.
Alarmados, subieron corriendo al dormitorio.
—¡Alguien ha dormido en mi cama! 😠 —gruñó Papá Oso.
—¡Alguien ha dormido en mi cama también! 😮 —dijo Mamá Osa, arreglando las sábanas.
De pronto, Osito gritó:
—¡Mirad! ¡Alguien está aún durmiendo en mi cama! 😲
Los tres osos se acercaron silenciosamente y vieron a Ricitos de Oro durmiendo plácidamente.
En ese instante, Ricitos de Oro abrió los ojos y se encontró con tres osos mirándola fijamente. 😱 Dio un salto de la cama y, llena de miedo, corrió escaleras abajo.
—¡Lo siento mucho! ¡No volverá a pasar! —gritó mientras salía de la casa. 🏃♀️💨
Corrió y corrió hasta que llegó a su hogar, con el corazón latiendo rápidamente. ❤️🩹
Desde ese día, Ricitos de Oro aprendió una valiosa lección: nunca debe entrar en casas ajenas sin permiso, y siempre debe respetar las cosas de los demás.
Los tres osos, por su parte, arreglaron su casita y continuaron viviendo felices en el bosque. 🌲🐻😊
Ricitos de Oro y los tres osos es un cuento tradicional inglés que apareció por primera vez en 1837, recopilado por Robert Southey. En las primeras versiones, la intrusa era una anciana, pero con el tiempo, el personaje evolucionó hasta convertirse en Ricitos de Oro, una niña curiosa. El cuento explora la interacción entre la curiosidad infantil y el respeto por los demás, enseñando lecciones importantes sobre los límites y la responsabilidad.
Ricitos de Oro, una niña curiosa, entra en la casa de los tres osos mientras están fuera. Prueba su sopa, se sienta en sus sillas y duerme en sus camas, hasta que los osos regresan y la encuentran. Sorprendida, Ricitos de Oro huye, aprendiendo una valiosa lección sobre el respeto por las cosas ajenas.
Este cuento capta la atención de los niños con sus elementos repetitivos y situaciones inesperadas. Ayuda a los pequeños a comprender la importancia de respetar límites, explorar de forma responsable y aceptar las consecuencias de sus actos, mientras disfrutan de una historia entretenida.
Los niños se identifican fácilmente con Ricitos de Oro, ya que su curiosidad refleja el deseo natural de explorar y descubrir. También pueden conectar con la familia de osos y entender cómo se sienten cuando alguien irrumpe en su espacio.
El cuento de Ricitos de Oro brinda la oportunidad de hablar sobre el respeto por las normas y la importancia de pedir permiso antes de usar o tomar algo que no nos pertenece. Es una historia que invita a reflexionar sobre la curiosidad infantil, cómo canalizarla de manera positiva y enseñar a los niños a ser conscientes de sus acciones.
“La curiosidad es buena, pero siempre con respeto por los demás.”