
🎢 El cumpleaños de Lolo en el parque de atracciones
Tiempo de lectura: 4 minutos.
📖 Un cuento para edades de 4 a 8 años.
⏳ Tiempo de lectura: 3 minutos.
📝 Un día distinto en el parque enseña que lo nuevo puede sorprender… y gustar.
🗂️ Clasificado en: Cuentos con valores - Cuentos para resolver conflictos - Cuentos de amistad - Cuentos para superar miedos - Cuentos de animales - Cuentos para aprender hábitos saludables
Había una vez un perro salchicha que vivía en una casa estupenda. Tenía su cama mullida, sus juguetes preferidos y un cuenco siempre lleno. Todos los días, su dueña lo llevaba al parque, donde se reunía con sus mejores amigos: perro hamburguesa y perro pizza. ¡Menuda pandilla formaban!
Un día, todo cambió. Cuando llegaron al parque, allí estaba… un perro nuevo. No era como ellos. Era ágil, juguetón, rebosante de energía y, lo peor de todo para perro salchicha, espantosamente diferente.
—Este es perro ensalada, nuestro nuevo vecino —le dijo su dueña, sonriendo.
Pero perro salchicha no quiso saber nada. Seguro que era un horror. Cada vez que perro ensalada se acercaba moviendo el rabo, él le ladraba con todas sus fuerzas. Incluso le contó orgulloso a sus amigos que, un día, tuvo que darle un pequeño mordisco para dejar claro que no quería que invadiera su espacio. Los tres decidieron: perro ensalada no jugaría con ellos.
Pasaron los días, y aunque se fueron acostumbrando a verlo, siguieron ignorándolo.
Hasta que, una tarde, perro salchicha estaba solo en el parque. El resto de amigos no estaban, su dueña estaba ocupada con el portátil y él se aburría olfateando por ahí. De pronto, apareció perro ensalada con una pelota nueva. Sus dueños se la lanzaban una y otra vez, y él corría como un rayo para atraparla.
Perro salchicha lo miraba con una mezcla de envidia y ganas de unirse… pero se dijo: —No. Ese perro es asqueroso. Hay que mantenerse firme.
Hasta que, de pronto, la pelota cayó cerca de él. Perro ensalada se acercó y, con dos ladridos alegres, lo invitó a jugar. Perro salchicha fingió dignidad, olfateó la pelota… y, con mucho cuidado, se la llevó a los dueños de perro ensalada. Ellos le acariciaron la cabeza y la volvieron a lanzar.
Ya no pudo resistirlo. Salió corriendo junto a perro ensalada y jugaron juntos el resto de la tarde.
A la mañana siguiente, perro salchicha reunió a sus amigos y les dijo: —Chicos, me equivoqué. Perro ensalada mola.
Desde ese día, los cuatro jugaron siempre juntos. Perro ensalada estaba feliz… aunque, en el fondo, sonreía pensando: —Ya veréis cómo se ponen estos cuando llegue mi colega… perro pescado. 🐟
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Perro salchicha vive feliz con sus amigos perro hamburguesa y perro pizza, hasta que aparece un nuevo vecino: perro ensalada. Diferente y lleno de energía, despierta en él rechazo y orgullo. Tras varios intentos de ignorarlo, un juego con una pelota abre la puerta a la amistad. Al final, perro salchicha reconoce su error y el grupo se amplía, aprendiendo que lo nuevo puede ser divertido.
El cuento les muestra que lo desconocido o diferente no tiene por qué ser una amenaza: puede traer alegría y nuevas oportunidades de juego. Ayuda a cuestionar las primeras impresiones y a entender que rectificar es parte del crecimiento.
Muchos niños se enfrentan al dilema de aceptar o rechazar a alguien nuevo en el grupo. Perro salchicha refleja esa resistencia inicial y la posterior transformación al descubrir que la diversión compartida supera al miedo. Conecta con la experiencia real de abrirse a compañeros nuevos en el colegio, en actividades extraescolares o en el barrio.
Acompañar a los niños en la llegada de lo “nuevo” implica validar sus miedos, pero también animarlos a dar la oportunidad de descubrir al otro. Enseñarles que pedir perdón y rectificar es una fortaleza les ayuda a crecer con más empatía y resiliencia.
"Lo diferente puede convertirse en tu mejor compañero de juegos."