
🌍 Horizontes lejanos 3: el nuevo mundo
Tiempo de lectura: 18 minutos.
📖 Un cuento para edades de 9 a 14 años.
⏳ Tiempo de lectura: 5 minutos.
📝 Una joven descubre un secreto oscuro tras una puerta prohibida.
🗂️ Clasificado en: Cuentos clásicos
Este cuento contiene violencia (algo muy típico en los cuentos clásicos), por lo que se recomienda leerlo acompañado de una conversación guiada, sobre todo con menores de 12 años. Bien trabajado, ofrece una oportunidad poderosa para educar en prevención de violencia, autonomía y pensamiento crítico.
Había una vez un hombre muy rico, que tenía hermosas casas en el campo y en la ciudad, vajillas de oro y plata, muebles de lujo y carruajes llenos de adornos. Pero este hombre era tan feo, y poseía una barba azul que lo hacía parecer tan extraño, que todas las mujeres sentían rechazo solo con mirarlo.
Una dama de buena familia tenía a dos de sus hijas aún sin casar. Jóvenes y hermosas como eran, Barba Azul quiso casarse con una de ellas. Para intentar agradarlas, las invitó a su castillo junto con su madre, algunos amigos y varias jóvenes del pueblo. Durante una semana hubo fiestas, bailes, cacerías, comidas y paseos. Todos lo pasaron muy bien, y a una de las hijas, la más joven, empezó a gustarle el trato amable del anfitrión, tanto que, al final de la semana, aceptó casarse con él.
Poco tiempo después de la boda, Barba Azul anunció que tenía que hacer un viaje por negocios, que duraría al menos seis semanas. Le dio a su esposa las llaves de toda la casa y le dijo:
—Aquí tienes las llaves de las habitaciones: del vestidor, del comedor, de los salones, de las cajas fuertes… y esta pequeñita, la de la puerta al final del pasillo de la planta baja. Puedes abrir todo lo que quieras, ver todo lo que desees, pero esa puerta… no la abras. Te lo prohíbo expresamente. Si lo haces, sufrirás las consecuencias.
Ella prometió obedecer, y él se marchó.
Al principio, la joven esposa se dedicó a recorrer las habitaciones con curiosidad. Todo era precioso, más de lo que jamás había imaginado. Invitó a sus hermanas y amigas para enseñarles la casa, y todas estaban maravilladas con lo que veían. Pero, claro… al cabo de unos días, no podía quitarse de la cabeza la puerta prohibida.
Finalmente, cuando estuvo sola, se armó de valor y fue hacia allí. Con mano temblorosa metió la llave y abrió. Dentro encontró algo que la dejó sin aliento: el suelo estaba cubierto de sangre seca, y colgados de las paredes había los cuerpos de las anteriores esposas de Barba Azul, asesinadas por desobedecerle.
Cerró la puerta de golpe, horrorizada. Al mirar la llave, vio que estaba manchada de sangre. Intentó limpiarla, pero la sangre no se iba. Era una llave mágica: por mucho que la lavara o frotara, siempre volvía a mancharse.
La joven escribió a sus hermanos para que fueran a buscarla, pero esa misma tarde, Barba Azul regresó antes de lo previsto. Su esposa hizo todo lo posible por parecer tranquila, pero a pesar de sus esfuerzos, él notó algo raro. Cuando le pidió las llaves, ella se las entregó todas… menos la más pequeña. Él lo notó al instante.
—¿Dónde está la llave de la habitación del fondo?
Ella tartamudeó:
—Se me ha caído… la he perdido…
Él le agarró la mano, se la abrió a la fuerza y vio la pequeña llave manchada de sangre. Entonces gritó con una furia terrible:
—¡Has entrado! ¡Y ahora te tocará lo mismo que a las demás!
Ella, temblando, se echó a sus pies:
—Por favor… dame un poco de tiempo. Solo unos minutos para rezar.
Barba Azul aceptó, pero le advirtió que no tardara. Ella subió al torreón para ver si llegaban sus hermanos, pero no veía nada, solo el sol brillando sobre el polvo del camino.
Mientras tanto, Barba Azul empezaba a impacientarse:
—¿Bajas ya? —rugía desde abajo.
—¡Un momento más! —respondía ella.
Barba Azul ya subía las escaleras con pasos pesados.
—¡¿Dónde están esos hermanos?! —gimió ella.
Y por fin, vio una nube de polvo al fondo. ¡Eran ellos, y venían con espadas!
Barba Azul golpeaba la puerta de la habitación y finalmente entró, cuchillo en mano, pero justo en ese momento, los hermanos de la joven llegaron. Subieron corriendo las escaleras y, con un solo golpe, mataron a Barba Azul.
La joven heredó todas sus riquezas. Repartió parte entre sus hermanos, regaló casas a su madre y se casó con un hombre bueno y honesto, con quien vivió feliz el resto de su vida.
/ 5 estrellas · votos
"Barba Azul" fue publicado por primera vez en 1697 por Charles Perrault, autor también de Caperucita Roja y La Bella Durmiente. Es un cuento con un trasfondo sombrío que, como muchas fábulas antiguas, busca transmitir una moraleja a través de elementos intensos y dramáticos.
Originalmente dirigido a un público adulto, hoy en día se adapta con cuidado para públicos juveniles, conservando su esencia como advertencia sobre el poder, la confianza, la desobediencia y los secretos.
Este cuento permite conversar sobre:
Elemento | Significado posible |
---|---|
La llave | Verdad y evidencia que no puede ocultarse |
La puerta | El límite impuesto, lo prohibido por poder |
La barba azul | Lo extraño, perturbador, no natural |
El castillo | Apariencia de lujo que esconde peligro |
Los hermanos | Apoyo y justicia |
Aunque tiene un tono oscuro, el cuento: